El Señor Proveera

“Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves!” Mateo 6:26

En un viaje reciente por la ciudad, manejábamos Irene y yo. Regresando de un meeting, en el camino se nos atravesó una ardilla, Irene freno para no atropellarla. Y después me hizo un comentario que me dejo pensando. Me dijo que con los recientes huracanes que había derribado muchos arboles por toda la ciudad, quizás muchas ardillas andaban desconcertadas porque los árboles donde tenían sus nidos o en donde habitaban, estaban en el suelo y ya habían sido cortados para no obstruir el paso. Por eso ya no sabían cuál era el que habitaban. Incluso, me dijo, quizás muchos de ellas perdieron quizás a sus familias.

 Pero en medio de todos estos desastres naturales que Houston está pasando, Dios protege a esas ardillas y a todos los animales y les provee no solo con otros árboles para refugiarse pero también con comida para alimentarse.

Eso nos recuerda el pasaje de Mateo, en donde Jesús nos dice que no nos preocupemos de nuestra comida, de nuestra vestimenta, de todas las cosas innecesarias que nos preocupan y mas bien nos traen estrés y enfermedades. Nos dice que confiemos en el que el nos cuidará y nos proveerá con lo que necesitemos para vivir. Imagínense, dice Jesús, si el cuida a esas pequeñas criaturas, como no nos va a cuidar a nosotros que valemos más que ellas? Es importante que tengamos fe en el y pongamos nuestras vidas en sus manos, al final, somos sus hijos y el nuestro Padre!

“Señor, tú me has examinado y me conoces;
² tú conoces todas mis acciones;
aun de lejos te das cuenta de lo que pienso.
³ Sabes todas mis andanzas,
¡sabes todo lo que hago!
⁴ Aún no tengo la palabra en la lengua,
y tú, Señor, ya la conoces.
⁵ Por todos lados me has rodeado;
tienes puesta tu mano sobre mí.
⁶ Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance;
¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla!”

                                                   Salmo 139: 1-6