Tiempo Para Descansar

«Vayan y coman de lo mejor, beban vino dulce e inviten a quienes no tengan nada preparado, porque hoy es un día dedicado a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría del Señor es nuestro refugio.» Nehemías 8:12

Todos tenemos responsabilidades de trabajo, responsabilidades de cuidar a nuestros hijos o nietos, cuidar de nuestros enfermos, atender los que haceres cotidianos de nuestros hogares, en fin, son muchas las cosas que están en nuestras agendas diarias para enumerar. Sin embargo, en muy importante darse un tiempo para descansar y cuidar de uno mismo.

En la Biblia podemos encontrar muchos pasajes en el que el mismo Jesús se tomó tiempo, junto a sus discípulos para alejarse de la multitud y descansar.

Marcos 6: 31-32: “Jesús les dijo:—Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo. Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer.  así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado.”

Mateo 11: 28: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.”

El Señor nos llama al descanso, ya sea físico o descanso espiritual. Él es que nos da fuerza para seguir adelante y descargar en el todas nuestras inquietudes y nuestros agobios. El es que nos brinda la paz que necesitamos durante esos tiempos de tribulaciones, durante esos tiempos en que todo parece venirse encima de nosotros.

Ahora que acabamos de pasar la experiencia de dos huracanes, casi seguido, que nos dejaron sin luz, que afectaron nuestra economía, nuestra salud mental, emocional y física, que nos dejó con noches de mal dormir y un pánico emocional cada vez que sentimos que nos vamos a quedar sin electricidad, después de estar sin esta por varios días. Ahora es tiempo de buscar Paz en Dios y darnos tiempo para reflexionar acerca de nuestras vidas y como la estamos manejando. Es importante que analicemos el momento en que vivimos. Arreglemos todas las cosas que nos quitan la tranquilidad como las peleas entre familias, los rencores en el trabajo, la avaricia de tenerlo todo y no conformarnos con solo lo que tenemos y necesitamos. Dejemos que Dios nos llene de paz y tranquilidad como solo el lo sabe hacer.

En el versículo del libro de Nehemías leemos como nos dice que celebremos nuestras vidas. Que no estemos triste y que nos pongamos alegre. La alegría de nuestro Señor nos dice es nuestro refugio, nuestra fuerza.  Repongamos nuestros cuerpos dándonos tiempo para relajarnos y meditar, comiendo saludable, saliendo a caminar para ejercitar el cuerpo y la mente y darnos tiempo para re-encontramos nosotros mismos. Renovemos nuestra alma y fortalezcamos nuestra fe atraves de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos, Amen.